Según el Comité de Seguridad Alimentaria: La trazabilidad son “procedimientos preestablecidos y autosuficientes que permiten conocer el histórico, la ubicación y la trayectoria de un producto o lote de productos a lo largo de la cadena de suministros en un momento dado, a través de unas herramientas determinadas”.
La trazabilidad se puede aplicar a diversos sectores, entre ellos el aéreo, logístico, tecnológico… etc. En este caso, nosotros vamos a hablar de la Trazabilidad en su vertiente alimentaria.
Podemos decir que la trazabilidad alimentaria es el “diario” del producto. Gracias a ella tenemos todos los datos para conocer absolutamente toda su historia desde el origen de sus materias primas, hasta su procesado y puesta en punto de venta. Con ello no sólo sabemos una enorme cantidad de datos necesarios para su control, sino que también obtenemos una excelente herramienta para el control de calidad y la seguridad alimentaria.
La trazabilidad tiene en cuenta los siguiente factores:
El origen de los alimentos, por ejemplo, carne. En este caso, la trazabilidad consiste en registrar y datar todos los elementos referidos a la historia del animal, desde el nacimiento hasta el punto de venta.
Si hablamos de un producto elaborado, como por ejemplo el pan, la trazabilidad consiste en conocer el origen de la materia prima en todos sus aspectos, su procesado hasta la obtención de la harina, el tipo de agua, sal y elementos añadidos, el registro de su elaboración completa hasta el punto de venta. Es decir, la historia de los procesos aplicados al producto hasta que llega al cliente y para el que han intervenido distintos procesos.
En la industria alimentaria también es importante la trazabilidad de la instrumentación y maquinaria que se utiliza, garantizando de este modo el control de la producción y su efectividad.Es interesante saber que la trazabilidad nos permite no sólo conocer la evolución y control del producto hasta su puesta en el punto de venta, sino al revés. Podemos conocer desde el punto de venta al origen de sus materias primas.
La Trazabilidad y el ciclo de vida del producto.
Todos los productos tienen un ciclo de vida y éste puede ser hoy en día perfectamente controlado también gracias a la trazabilidad. En seguridad alimentaria es de suma importancia debido a que, conociendo el origen de las materias primas, su procesado, elaboración y distribución, podemos conocer el ciclo de vida completo del producto en su desarrollo y puesta en cliente.
Para que todo funcione, se necesita un sistema completo que trabaje como si de engranajes se tratara:En los productos necesitamos sistemas de identificación. Ya sea por producto unitario, como por embalajes o bultos.
En las plantas procesadoras o elaboradoras necesitamos sistemas capaces de capturar datos tanto para las materias primas (previamente identificadas), como para los ya procesados o almacenados.
Por supuesto, para que todo ello llegue a buen puerto y el control y trazabilidad sean completos, necesitamos un software específico que nos ayude en cada uno de los procesos de control, incluso en la impresión de códigos y etiquetas.
Desde las materias primas, pasando por sus condiciones de manipulación, operarios y maquinaria, así como el embalaje que esté en contacto con el producto, el transporte y distribución, deberán estar controlados para que la trazabilidad sea exitosa y cumpla con todas las garantías.Cada vez el consumidor es más exigente y necesita conocer y saber que aquello que consume tiene un control desde el origen hasta su venta.
Gracias a la trazabilidad, la seguridad alimenticia está prácticamente asegurada y los consumidores depositan su confianza en aquellas empresas que garantizan la trazabilidad de sus productos.
Nuestro software es capaz de controlar y gestionar la trazabilidad de los productos consiguiendo un aprovechamiento máximo de todos y cada uno de los procesos de elaboración.
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